El cerdo, el conejo, el buey, el venado

feria, soundtrack orginal por presentes sucesiones de difunto

A Tetelpan, cima de visiones

El cerdo, el conejo, el buey y el venado son tus hermanos. Hermanos de nosotros. De todos. El cerdo, el conejo, el buey y el venado existen en tí, en tí conviven y se conjugan. A veces se confunden; puede irte bien o mal según que salga, eso ya es alquimia volátil aunque cualquier combinación azarosa seguro es precisa. El cerdo, el conejo, el buey y el venado se te parecen en los ojos. Camina por cualquier parte y observa ojos dentro la gente: vas a ver que todos, cada uno, o tienen ojos de cerdo o tienen de conejo o de buey o venado. No es cuestión de pupilas, porque pupilas son de la muerte, sino del diminuto resplandeciente reflejo de sombra que corre a ocultarse detrás de la intención: He visto tu mujer con ojos de cerdo, las más de las veces, y con ojos de conejo, pero también de buey, que gusta, y de venado, que teme. Y ella me ve de vuelta con ojos de todos, espectáculo lo mismo terrible y maravillosa.

El cerdo, el conejo, el buey y el venado son ciclos, giran en ti, en ti se aproximan o apartan. Aunque el cerdo, el conejo, el buey y el venado también habitan tu cuerpo, que no está hecho de órganos sino de los escorzos de buey o conejo o cerdo o venado que consigues en desplazamientos y estancias.

Pero realmente el cerdo, el conejo, el buey y el venado son las cuatro dimensiones; la quinta o la realidad sólo es inteligible mediante el movimiento del cerdo, el conejo, el buey y el venado. Tu movimiento es el movimiento de uno u otro o el de todos, como mucho, y tendrías que regresar a ti antes de ti para volver a la dirección del no-movimiento.

El cerdo, el conejo, el buey y el venado son tus abuelos, y los abuelos de tus abuelos, y los abuelos de los abuelos de tus abuelos. Y el abuelo del venado es el cerdo y el del cerdo es el buey y el de todos es el conejo; cuyo abuelo es el cerdo, el buey, el venado y también el conejo. Y así tus hijos serán cerdos o conejos o bueyes o venados, según tu abuelo.

El mas peligroso es el conejo, el más listo el buey, el más vil el venado y el más bello el cerdo. Hasta en eso se parecen a ti.

La diversas gentes del mundo celebran, adoran o apaciguan con música al cerdo, carne al conejo, baile al buey y vino al venado; y con pirotecnia, risas y flores a todos y su movimiento, que es el mundo.