Por Jorge Cortina Montiel
En este espacio aspiro a difundir las propuestas contemporáneas de bandas de música progresiva.
La vaguedad del término ‘progresivo’ me lleva a no encasillar a los grupos de los que hablaré en el género rock. Aun así, debo admitir que, en su mayor parte, ellos calificarían sin problemas dentro de ese rubro.
Esa complicación es clara en el caso de los italianos Homunculus Res (Palermo, 2013). Formados actualmente por los músicos Dario D'Alessandro (vocales, guitarra, teclados y lira), Davide Di Giovanni (órgano, piano, sintetizador y guitarra), Mauro Turdo (guitarra principal), Daniele Di Giovanni (batería y percusiones) y Daniele Crisci (bajo), sus álbumes cuentan con una variedad de sonidos principalmente identificados en la escena Canterbury.
Si bien los orígenes de esta corriente parten de bandas inglesas de la década de 1970 como Caravan, Gong y Camel, Homunculus Res es más cercano a la propuesta de grupos coterráneos como Picchio dal Pozzo. En cuanto a su sonido, éste se carga hacia el jazz y el rock, aunque incorpora elementos de las propuestas más conocidas del rock progresivo italiano. Así, reminiscencias a Le Orme y la Premiata Forneria Marconi pueden escucharse en sus acordes.
Con todas esas influencias, los escuchas pueden esperar una música compleja y un tanto difícil de digerir. Sin embargo, Homunculus Res sortea esa dificultad mediante álbumes construidos a partir de temas cortos. Si bien muchos de ellos van ligados entre sí, en realidad están construidos bajo la experimentación de sonidos y el uso de instrumentos poco comunes en la música popular (vibráfono, viola, oboe y corno francés, por ejemplo).
Más que un intento por construir atmósferas o conceptos profundos, Homunculus Res tiende a crear melodías pegajosas. Esto no implica que los sicilianos no presenten un alto grado de calidad en su ejecución, pues dentro de su música se incorpora una buena dosis de virtuosismo, más apegada al sonido avant-garde en su primer trabajo Limiti All'eguaglianza della Parte con il Tutto (2013), y en constante evolución desde entonces.
La madurez de su sonido es palpable en su trabajo más reciente, Andiamo in giro di notte e ci consumiamo nel fuoco (2020). En este álbum se incorporan más influencias de la música clásica y popular italiana –e incluso un extracto de “Hey Jude” de los Beatles–, aunque incorporados a su base jazzística Canterbury.
“Supermercato”, por ejemplo, cuenta con arreglos de cuerdas y de piano que se intercalan de manera similar a la música de cámara más cercana a la tradición renacentista de la península. Del mismo modo, “Non dire no”, tema que cierra el álbum, se desarrolla a través de un ritmo que bien puede ser parte de cualquier clásico de vals.
Por mi parte, recomendaría entrar a la música de Homunculus Res a través de su segundo álbum, Come si diventa ciò che si era (2015). Considero que en este trabajo el sonido Canterbury predomina más que nunca. Además, la riqueza musical de sus 14 melodías (especialmente los 18 minutos de “Ospedale Civico”) resulta atrayente tanto para el escucha tradicional de progresivo, como para el público principiante.
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