Una de las especies más deleznables del abismo, con una capacidad de manipulación de gran envergadura. Los fétidos vapores que emergen de su hocico generan a través de la más sucia demagogia un cumulo de semi-sombras (termino acuñado por referencia a los cascarones vacíos de los seres de la superficie). Al no permanecer consciente, los afectados tienden a defender a capa y espada la idealización absurda que la bestia les a programado en su cerebro de reptil. Lo que desemboca en la más frenética de las carcajadas del abismo, porque solo es una de las artimañas socarronas de lo profundo; un movimiento menos refinado que ni el abismo creería que funcionaria, pero parece que la terrible profundidad sobreestimo a los seres de la superficie.
El abismo manda a estas bestias políticas a poseer la mente de un dirigente social, y al dotarlo de carisma lo convierte en una vendedor de falsas utopías.
Una declaración apodíctica más del Lóbrego Abisal: “No existe ningún político que tenga el mas mínimo interés en los ciudadanos, sólo es una más de las felonías del abismo”.
Representación pictórica de una bestia política domando al pópulo.
Aquí un archivo de audio de campaña política donde se pudo extraer el infrasonido y elevarlo a niveles apreciables por el ser de la superficie común.
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