Abraham Campva
Tsuchigumo, soundtrack original por Sonidos Del Abismo
Ella aguarda en la cueva, su sinuoso murmullo penetra mis ideas, un aguijón misterioso detiene mis pasos, picotea la piel hasta los huesos, lentamente el sudor se revela en la frente y el corazón precipita el ritmo, la saliva se disipa y los labios se agrietan. La tenue luz que me acompaña no se abre brecha ante la penumbra. Una respiración infernal se escucha de las entrañas de la montaña. El viento golpetea mi rostro y mis ojos contemplan las nubes encubrir la luna. Una sombra se mueve ligera, danzando funesta, el brillo fiero de aquellos ojos se clava en el anquilosamiento de mi ser y su hedor irreconocible que se adhiere a mis fosas nasales. Ahí está ella y su rostro trémulo que cambia en cada movimiento anormal, una araña o una mujer, ya no importa, de aquellas fauces veo emerger una cabeza enmarañada de cabellos tan negros como el abismo. El susurro se convierte en sonidos insólitos, que retumban en mis tímpanos atormentando la fragilidad de mi espíritu, y solo reconozco una palabra: << ¡ámame!>>
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